martes, 18 de diciembre de 2012

2666, Roberto Bolaño


1. El ambiente crepuscular de 2666

2666, la novela póstuma de Roberto Bolaño, se ofrece como culminación de un proyecto total, en el que obras como Amuleto, Estrella distante o Los detectives salvajes serían una suerte de eslabones. En ellas se repiten personajes, paisajes, temas e inquietudes. Si cada novela de Bolaño constituye un fragmento de la totalidad de lo que ha escrito, no es raro que algunas de sus novelas estén construidas también de manera fragmentaria, como si las obras no pudiesen agotar la realidad y por lo tanto se limitasen a recoger historias, situaciones, tramas simultáneas o superpuestas. Esto último es llevado al extremo en 2666, novela que consta de cinco partes que constituyen, cada una, una novela en sí misma.

En este sentido, el arco espacio-temporal en el que se desarrolla esta novela abarca todo el siglo XX, y pone en juego personajes de diferentes nacionalidades cuyas vicisitudes se desarrollan también, por supuesto, en diferentes países: Londres, Madrid, Barcelona, París, Berlín, Hamburgo, Hermosillo, Santa Teresa (probable Ciudad Juárez), etc.

La novela, en cierto sentido, se presenta como un recorrido por la maldad en el siglo XX, una maldad, o un odio, que tiene sus raíces a principios del siglo XX (por no decir que con los inicios de la civilización) y que se proyecta hacia el siglo XXI. Inmersos en el horror del siglo, una serie de variados personajes sobreviven, sufren y son felices, y se ofrecen como paradigma de la bondad o de la maldad, e incluso transitan entre ambos polos, dando muestra de una personalidad compleja.

Si el medio-ambiente más habitual de la prosa de Bolaño es la marginalidad, la de aquellos personajes que desde su existencia precaria están expuestos a las condiciones nefastas de la historia, las relaciones interpersonales se ven sacudidas por instintos primarios como la violencia, el sexo, y en no pocas ocasiones una amalgama mórbida de ambos impulsos. Esto no implica que otros ambiente no tenga cabida en la obra, sin ir más lejos, esta se abre con la parte de los críticos, en la que se relata las relaciones interpersonales entre una serie de críticos. Esta parte, entre otras cosas, resulta en última instancia una crítica de la universidad y de los estudios literarios, preocupados en reconstruir la figura de un enigmático escritor que siempre ha intentado mantenerse en el anonimato. En su búsqueda, asisten a anodinos congresos en diferentes países, entablan banales discusiones entre diferentes grupos y, siempre a expensas del erario público, van de hotel en hotel y de restaurante en restaurante.

Pero en la mayor parte de 2666 el clima es crepuscular, casi apocalíptico. Lo que podríamos llamar mal du siecle sobrevuela cada situación e impregna, como una maldición, los diálogos y los trechos narrativos. Si la novela desarrolla desde la perspectiva de Archimboldi –uno de los principales ejes narrativos y simbólicos– el mayor conflicto bélico del siglo XX –la Segunda Guerra Mundial– acaba proyectándose en un conflicto de otras dimensiones: el proceso globalizador focalizado en la frontera entre EEUU y México, que presenta unos índices de violencia altísimos.


2. La dictadura del libre comercio

Sin intención de agotar las ramificaciones temáticas y simbólicas de esta gran novela, haremos un recorte y trataremos, acaso negligentemente, llevando la obra a nuestro terreno en beneficio propio, de auscultar el reflejo de esta globalización económica en el libro, manteniendo el punto de mira en la frontera entre EUA y México.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), o por sus siglas en inglés NAFTA (North American Free Trade Agreement) es un acuerdo regional entre Canada, EUA y México para crear una zona de libre comercio que fue firmado en 1992. Sin entrar en la conveniencia o no de dicho tratado, que, para muchos, frente a lo que los gobiernos afirman, supone unas condiciones de competencia desleal desde el punto de vista económico dada la asimetría entre los países firmantes, este Tratado supuso una transformación radical de las condiciones sociales en el norte de México, en aquellos estados y ciudades más próximos a la frontera.

El noroeste de México comprende los estados de Durango, Sinalaoa, Chihuahua, Sonora, Baja California sur y California Norte. Ciudades como Ciudad Juárez, Tijuana, Mexicali o Nogales soportan, debido a la proximidad con la frontera y a este Tratado de Libre Comercio, una gran presión demográfica. Si bien la violencia no se limita al noroeste de México, en esta región tiene lugar una bizarra combinación de elementos que genera una situación especial:

La violencia de los cárteles de la droga

La presión demográfica, por la gran cantidad de mexicanos que viajan desde otros estados en busca de un futuro mejor.

La presencia de las maquiladoras

La emigración irregular a EUA

El auge de las maquiladoras a partir del Tratado de Libre Comercio ha transformado la realidad de las ciudades del norte de México, en especial en Tijuana, Ciudad Juárez y Nogales, aunque las maquiladoras están extendiéndose también al centro de México. Las maquiladoras permiten el libre tránsito de mercancías hacia México sin la necesidad de pagar los impuestos de importación, esas mercancías serán reparadas en las maquiladoras del país centroamericano y, después, exportadas nuevamente para su comercialización en EUA. De esta manera, además de abaratarse los costes de las compañías norteamericanas, supuestamente se reduciría la llegada de braceros mexicanos al país del norte y se crearían puestos de trabajo en México.

La realidad en las maquiladoras, sin embargo, resulta lamentable. Los trabajadores y trabajadoras, que cobran un salario ínfimo en relación a los sueldos en EUA, viven una situación de precariedad laboral caracterizada por la imposibilidad de agrupación sindical, el continuo cambio de turnos y la rotación de empleados. Esta situación laboral, en el caso de las mujeres, adquiere tintes trágicos por una serie de peculiaridades que desgranaremos a continuación.


3. La cuestión del género en las maquiladoras

La implantación de maquiladoras en México supone, en resumidas cuentas, el libre tránsito de objetos, pero se mantiene un férreo control de las personas que cruzan la frontera. En la realidad diaria de las maquiladoras, las mujeres se llevan la peor parte. En una sociedad tradicionalmente machista y azotada por la violencia, la llegada de miles de mujeres pobres a las maquiladoras en busca de un futuro mejor ha creado una situación insostenible.

Muchas mujeres comienzan a trabajar en las maquiladoras a temprana edad, algunas con 16 años, y, aunque precaria, alcanzan una independencia económica que trnasforma sus relaciones interpersonales. La mujer no depende ya exclusivamente de su marido, y no se limita a hacerse cargo de su casa, sino que tiene un trabajo y gana su propio dinero. Esto supone un cambio de roles que los hombres, en muchas ocasiones, no aceptan. Por ello ha subido el índice de la violencia «doméstica». Además, las trabajadoras de las maquiladoras, que viven generalmente en barriadas pobres, y que tienen que desplazarse andando o en autobuses, a veces en horarios intempestivos según el turno que estén realizando, son más vulnerables a abordajes nocturnos, a los secuestros y asesinatos.

Como veremos, la ineficiencia de la policía, que posee pocos medios y que en gran medida es corrupta y sirve a los intereses del narcotráfico y de los sectores más poderosos, determina que un alto porcentaje de los asesinatos queden impunes, prolongando el goteo de muertes violentas.

El asesinato de mujeres en estas ciudades, especialmente en Ciudad Juárez, por su sistematicidad, no puede achacarse sólo a la violencia doméstica, y es caldo de cultivo para todo tipo de elucubraciones y teorías conspirativas. A grandes rasgos, la teoría más extendida para estas muertes que se inician, según la mayor parte de las fuentes , hacia 1993, es que existe un oscuro engranaje de intereses que planean y ejecutan los asesinatos con total premeditación e impunidad. En este engranaje estarían envueltos, en diferente medida, los siguientes sectores:

El narcotráfico

Empresarios y banqueros

Partidos políticos, que serían financiados por los anteriores sectores y que, por lo tanto, no harían lo necesario para detenerlos

La policía

Los medios de comunicación

Todos estos sectores aparecen retratados en 2666, sobre todo en la parte de los crímenes, aunque no exclusivamente en esta parte, ya que casi todo el libro tiene como eje más o menos velado a la ciudad de Santa Teresa (trashunto de Ciudad Juárez) y los asesinatos de mujeres.


4. La parte de los crímenes

En esta parte, verdadero núcleo de la novela, ya que en ella confluyen el resto de las partes, el autor trata, basándose en fuentes de periodistas, la serie de asesinatos que se han venido cometiendo desde 1993. La enumeracón y descripción de los cuerpos encontrados sería casi insoportable si Bolaño no trenzase una interesante estructura narrativa en la que alterna la prosa «forense» con la narración de los pormenores de la investigación policial.

Aquí Bolaño puede aludir más o menos directamente a las diferentes complicaciones de esta investigación, a la incompetencia del cuerpo policial, a los intereses creados, a la corrupción que ocultan los verdaderos móviles de los crímenes y desvían la atención. Alrrededor de la investigación policial merodean una serie de periodistas, políticos, detectives privados, banqueros y empresarios. A través de este repertorio de personajes, Bolaño puede analizar los diversos factores que intervienen en tan terrible trama, así como rebajar la tensión a cada tanto, pues la mera descripción de los cuerpos encontrados resulta brutal.

La conclusión que se ofrece al lector es que la cuestión de los crímenes responde a un complejo entramado de intereses cuyo origen se encuentra en la propia estructura de la sociedad mexicana y de sus relaciones socioeconómicas con EUA.


5. El periodista americano

Fate, el reportero de la revista del «poder negro», heredera del pensamiento de las Panteras Negras y foco de los debates sobre el afroamericanismo en EUA, llega a Santa Teresa para cubrir un combate de boxeo, pero acaba involucrándose en los asesinatos de mujeres. Desde el primer momento, las noticias que va oyendo acerca de los asesinatos llaman su atención hasta que conoce a una periodista que va a entrevistar a un alemán al que le achacan gran parte de los asesinatos. Al mismo tiempo, entre las personas que conoce en Santa Teresa, está un periodista mexicano relacionado con el narcotráfico, al que acompaña, junto a la joven española de la que se enamora, a una casa de las afueras donde parece insinuarse que esta podría ser asesinada.

La parte de Fate resulta interesante pot varios motivos. En primer lugar, Fate es negro y está sensibilizado con la problemática racial en EUA, se dirige a México, y en EUA los mexicanos son una de las minorías raciales más importantes, y allí se interesa por una cuestión que atañe a otro sujeto, en este caso doblemente subalterno: las mujeres mexicanas que trabajan en las maquiladoras norteamericanas. Probablemente, su condición de sujeto subalterno en la sociedad estadounidense provoca su empatía y su sensibilidad ante estos asesinatos, y por ello pide en varias ocasiones a sus superiores que le permitan quedarse durante un tiempo para cubrir el caso, sin percibir el peligro que corre. En segundo lugar, desde el punto de vista de la estructura narrativa de la novela, el personaje de Fate se ve inmerso en una prototípica historia de carretera, al estilo de las famosas road movies norteamericanas. El periodista actúa como un detective, interesándose por un caso de cual nadie quiere hablar abiertamente, y finalmente su vida corre peligro.


6. Final

Lejos de la pretensión banal de abarcar la significación total de la novela, hemos decidido hacer un recorte interpretativo, dejando para posteriores análisis, probablemente igual de fragmentarios, otros aspectos interesantes de esta extensa obra. Nos hemos limitado a observar cómo Bolaño transmite una realidad verdaderamente cruel, una realidad bajo la cual se esconden algunas claves de la deriva globalizadora y neo-imperialista de nuestro mundo. El acento recae sobre la cuestión del género y la narrativa de la frontera, con esa mezcla tan interesante de realidad y ficción.

Despúes de leer 2666 parece que no es cierto que sea imposible narrar el horror total. Bolaño se inscribe en la tradición de obras como Si esto es un hombre de Primo Levi o Eichmann en Jerusalem. Un estudio sobre la banalidad del mal de Hanna Arendt. Se trata de un terreno peligroso de arenas movedizas donde la realidad más brutal sale a la superficie por entre la multitud proliferante de imágenes, noticias, videojuegos y filmes que, poco a poco, nos van insensibilizando ante el dolor y la crueldad. En la sociedad del espectáculo, a veces olvidamos lo real.



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