miércoles, 25 de enero de 2017

300 The rise of a empire

Año de lanzamiento: 2014
Director: Noam Murro
Guionista: Zack Snyder, Kurt Johnstad, Michael B. Gordon
Link a IMDb: IMDb

 

Tiempo y perspectiva: En lugar de continuar la saga de manera cronológica, se nos cuenta la misma historia desde el punto de vista de los no espartanos. Se trata de una suerte de mosaico narrativo en comparación a la mayor parte de las continuaciones y sagas. La trama no progresa sólo linealmente, de manera acelerada. Sería posible, en una hipotética tercera parte, contar el conflicto desde el parlamento griego, con sus debates y su capacidad retórica para encuadrar el contexto bélico e histórico. Por ejemplo, con fragmentos de los discursos de Demóstenes en las Philipicas, muy apropiados para el contexto de la guerra con Persia. Pero esto sería difícil de combinar con los patrones rítmicos que determinan estas películas.

El valor narrativo de la imagen. En el cómic, la transición narrativa no es automática e inmediata como en el cine o en la literatura. El lector puede detenerse en el deleite de una fotografía, de un encuadre, de una composición. Claro que el cine permite, en su progreso narrativo, la anulación temporal de la historia. Entonces, el fotograma se hace dueño, por unos instantes, de la escena. Esto es bastante claro en el comienzo de la película, donde una voz en off narra con secuencias de escenas en slow motion de una intensa belleza. Estos fotogramas, que aluden al universo del cómic, sin embargo lo trascienden en sus posibilidades visuales. La composición de cada cuadro está cuidada con afán perfeccionista. Los caballeros avanzando con sus lanzas al galope, los 300 espartanos en un plano cenital que presenta en mosaico la cuadrícula de cadáveres. Los colores, la iluminación, la calidad de la imagen y el valor pictórico del prólogo, y, en general, en toda la película, están al servicio de un espectáculo eminentemente visual, de diálogos breves y emblemáticos, con trazos de discursos y sermón militar, donde la palabra está supeditada a la imagen.

 

Themistokles es el nuevo héroe después de Leónidas. En 300. The rise of a empire, se cuenta la historia del poderío naval persa frente a las ágiles trirremes griegas, y de los intentos del héroe para unir a todos los griegos y defender la democracia. El patriotismo, para Themistocles, es lo más importante. Morir por Grecia, un orgullo. Los espartanos se resisten a arrendar un metro de su independencia. Son un pueblo de guerreros orgullosos y en un principio se oponen a colaborar con trirremes y soldados. Themistokles apela al patriotismo griego y manifiesta la gran admiración que siente por los espartanos. / Aquí podemos tejer varias ideas paralelas: en primer lugar, la película transmite la idea de un patriotismo ciego, tan ligada a los nacionalismos imperantes todavía hoy en día; en segundo lugar, las reticencias de los espartanos a integrarse en la Unión Griega reflejan las dificultades de ciertos estados nación de la actualidad para mantenerse unidos, con los movimientos secesionistas abriéndose espacio en su interior; y, en tercer lugar, la defensa de la democracia como el mejor sistema posible, que debe ser defendido a ultranza frente a movimientos totalitarios, aparece en varios momentos. El ambiente bélico general remite a los conflictos habituales en el mundo moderno y a lo largo de los tiempos.

El traidor. Frente a los cuerpos musculosos de los griegos y de los espartanos, el traidor es un hombre deforme. En la primera película se cuenta su historia, justificando la presencia del personaje y otorgándole relieve. Actúa como contrapunto de los "superhombres" griegos: esculpidos en músculo, valerosos y osados, nobles y éticos. En esta película ya se nos presenta la motivación del personaje: Leónidas no lo rechaza por su apariencia física, sino porque mecánicamente es imposible que un cuerpo como el suyo se adapte a las condiciones peculiares de la táctica y la estrategia espartanas, donde el trabajo en grupo es fundamental y las formaciones no pueden tener fisuras. Sin embargo, el rechazo del rey lo precipita a la traición. El personaje traiciona a Leonidas cuando le muestra a Jerjes un camino alternativo para cruzar las Thermópilas.

 

Eros y Thanatos. En 300, The rise of a empire, la "negociación" entre Arthemisa y Themistokles condensa una serie de elementos que actúan a lo largo de la película en un nivel simbólico. Las ligeras trirremes, inferiores en número, sabiamente guiadas por Themistokles, atacan a las naves persas de diferentes maneras. El interés de Arthemisa crece a cada derrota. Entonces decide citar a Themistokles para una negociación, donde la tensión sexual inserta en una situación de total enemistad nos sitúa en una dialéctica en la cual la represión de los sentimientos enfrenta al impulso de la sangre y los mas bajos instintos. Es una prueba de fe para el héroe.

 

Dice Arthemisa, tentadora: 

"Renuncia a la familia y al amor por la promesa de un éxtasis más profundo. El éxtasis del acero y de la piel, de la muerte y de la vida, de la rabia y del sudor del músculo, de la absoluta alegría, de la más perfecta pena. Muere conmigo cada noche, renace conmigo cada mañana, conforme clavas tu espada en el corazón de nuestros enemigos. Luchas por la libertad, yo te la ofrezco sin consecuencias ni responsabilidades, únete a mi, respira junto a mí como si fuera tu ultimo aliento". 

Eros y Thanatos entrelazados en la mezcla de léxico bélico y sexual ("clavas tu espada"; "muere conmigo cada noche"); la lucha amorosa de los cuerpos materializa el símbolo que entrañan las palabras de Arthemisa; la escena sexual es violenta, tensa. Vida y muerte, dolor y placer, amor y guerra, amor a la guerra. El sexo como sublimación de pasiones e instintos incontrolables.

 

Los flashback en la película tienen al menos dos funciones:

La primera función tiene que ver con la contextualización de la historia. Ciertos flashback recuperan fragmentos de la primera película, para situarnos de forma adecuada en el mosaico narrativo, pues la trama es simultánea a otros acontecimientos.

La segunda función prioritaria de los flashback es la de justificar la importancia de un determinado personaje otorgándole consistencia, y contribuyendo a la intención épica general. Por ejemplo,  vemos a Arthemisa cuando era sólo una niña, su familia asesinada por los soldados griegos, en primeros planos muy explícitos. En apenas unos minutos se nos ofrece un resumen de su vida, su ascensión como guerrera, su propia jornada heroica. Nacida en Grecia, pero criada en Persia, cumple varios de los elementos prototípicos del (anti-)héroe: su crueldad está justificada por un episodio traumático en el que pierde a toda su familia, y  su crecimiento ha sido difícil. Sin embargo, ha superación cuantos obstáculos encontró en su camino, con más esfuerzo que cualquier otro, por su condición de huérfana y de mujer en un mundo eminentemente masculino. La talla de su odio es enorme. El resentimiento y el deseo de venganza, más que la ambición o el poder, constituye su motivación personal, su Profundo Deseo Interno (PDI).

El bicéfalo monstruo persa se completa con Jerjes, el cual tiene un menor protagonismo en la segunda película en favor de Arthemisa. Sin embargo, enlazando con la película anterior, se nos presenta ahora su evolución desde la muerte de su padre, el rey Darío, por una flecha lanzada por Themistokles. Observamos las imágenes retrospectivas mientras la voz en off nos relata su transformación en un semi-dios. Similar deseo de venganza mueve a Jerjes y a Arthemisa.

 

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